Según las anécdotas pudo no vivir, como sea, segundos más,
segundos menos, a las 12:30 horas de un caluroso viernes de mayo, de hace casi
29 años, se aferró a este mundo y decidió quedarse.
Su llegada representó alegría y felicidad para los padres,
aún más para las hermanas, quienes siempre anhelaron un “hermanito”. En el seno
de una familia humilde pero con mucho cariño aprendió que la vida no es fácil,
que las batallas se luchan y que las victorias nadie las regala.
Escéptico, incansable aprendiz y eterno amante de la vida,
eso soy yo, sí, yo José Castro, el mismo que escribió estás líneas que ahora
lees y que si en algún momento has interactuado conmigo, pues tú mejor que
nadie sabrás cómo describir a este “adorable hombre”.
De Estela, mi madre, heredé la determinación y decisión para
ser en la vida; de Miguel, mi padre, la galanura, el carácter y por supuesto,
el apellido.
Tengo cinco hermanas, yo soy el único varón y el “más
chiquito” de la familia. Todas ellas están felizmente casadas, por supuesto,
yo no creo en el matrimonio, menos aún en el “amor de pareja”. Cada uno de mis
doce sobrinos (tres niñas y nueve cabroncitos) tiene un lugar especial en mi
corazón.
Nací en Huaquechula, Puebla, allá viví hasta los 18 años; la
necesidad de cursar estudios profesionales me trajo a la capital poblana, la
que hoy atesoro como “mi ciudad”. Soy comunicólogo de profesión, periodista por
convicción y editor por ironías de la vida, y de la gente…
Contrario a las tendencias, opté por estudiar una segunda licenciatura
en lugar de hacer una maestría o una especialidad. En esta segunda vuelta, que
me perfila para ser docente de inglés (Licenciatura en la Enseñanza del Inglés)
descubrí mi gustó por las lenguas y por compartir con los demás lo que he
aprendido a lo largo de mi vida. Por tanto, anhelo ser “profe”.
Creo en Dios, sin fanatismos, él, mi familia y mis amigos
son luz de mi existir y de mi andar.
Mi esencia geminiana me hace sociable por excelencia,
conozco e interactúo con mucha gente,
pero no tod@s son mis amig@s, yo llamo “grandes
amig@s” a aquellos extraordinarios seres con quienes no comparto lazos sanguíneos
pero que pareciera que sí -saben quiénes
son, no necesito enlistarlos-. Para mí no hay mejores amigos, pues esta condición implicaría tener “peores”
amigos y tal cosa, sería una estupidez.
Tengo muchas pasiones, variados gustos y una que otra
afición; como todo ser humano aquello que me es grato contrasta con cosas
desagradables y un par de fobias. Por ejemplo, me apasiona leer, escribir,
escuchar y conversar; me gusta adquirir conocimientos nuevos todos los días,
viajar y la buena comida; la música, el cine y las redes sociales son tres de
mis aficiones.
En contraparte, detesto la injusticia, los abusos y a la
gente aprovechada (estoy convencido de que la verdadera justicia es divina
y no humana). Las ratas (en el sentido estricto de la palabra) y la gente
incapaz me son repugnantes.
Mi principal ambición en la vida, el conocimiento; mi
principal aspiración, ser yo; temores, no existen; metas, sí existen y pocos
las conocen.
Como podrán ver, ni las grandes riquezas, ni el poder, ni la
maldad forman parte de mi ideario, por el contrario sí aspiro a conquistar
valores como la humildad, el respeto, la tolerancia y la igualdad… ¿Por qué?
Porque esto me hará un hombre ejemplar.
Yo puedo escribir mucho sobre mí mismo, pero prefiero que seas
tú quien me ayude a construir esta historia…
Muy bien José te felicito, porque demuestras ser un hombre maduro que goza de una humildad e inteligencia que muchos quisieran, saludos desde Huejotzingo.
ResponderBorrarSincero y profundo. Sencillo, claro, ágil. ¡Felicidades! Un placer leerte amigo ;) Espero más entregas. Un abrazo!
ResponderBorrarEspero con ansias tu siguiente entrega!!!
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